lunes, 23 de marzo de 2015

FOTOGRAFÍA, ARTE VISUAL

Gentileza Guadalupe


“La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. No es la mirada misma.”

Susan Sontag
“Si sabes esperar la gente se olvidará de tu cámara y entonces su alma saldrá a la luz”
Steve McCurry
“Una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te cuenta menos sabes”
Diane Arbus

Historia de la Fotografía

Retrato al daguerrotipo de una bailarina española (1850)

La Historia de la fotografía empieza oficialmente en el año 1839, con la divulgación mundial del primer procedimiento fotográfico: el daguerrotipo.

Como antecedentes de la fotografía, se encuentran la cámara oscura y las investigaciones sobre las sustancias fotosensibles, especialmente el ennegrecimiento de las sales de plata.


En 1521 La primera publicación sobre la cámara oscura es la de Cesare Cesarino, un alumno de Leonardo Da Vinci durante el Renacimiento. Por su parte, el científico Georgius Fabricus experimentaba ya con las sales de plata, notando algunas de sus propiedades fotosensibles.

En 1558, Giovanni Battista della Porta, por sus publicaciones sobre el funcionamiento de la cámara oscura, se hizo popular entre los pintores de la época. Gerolamo Cardano sugiere una importante mejora: un lente en la apertura de la cámara, anteriormente un simple orificio o estenopo.

En 1600, durante el siglo XVII, la cámara que hasta ese momento era una habitación como tal se transforma en un instrumento portátil de madera. Johann Zahn transformó esa caja en un aparato parecido al usado en los principios de la fotografía.

En este siglo los científicos continuaban experimentando con sales de plata, notando cómo se oscurecían con la acción del aire y del Sol, sin saber que era la luz la que les hacía reaccionar, hasta que científicos como el sueco Carl Wilhelm Scheele y el suizo Jean Senebier revelaron que las sales reaccionaban con la acción de la luz.

En 1685, de acuerdo a tratados publicados por Zahn, la cámara ya estaba lista para la fotografía; pero todavía no se podían fijar las imágenes.

Es en 1777, que el sueco Carl Wilhelm Scheele publica su tratado sobre las sales de plata y la acción de la luz, en latín y alemán; en 1780 en inglés, y un año más tarde en francés.

Inventos como la silueta (un invento derivado del teatro de sombras chinas) y el fisionatrazo para hacer perfiles,  han sido denominados por Gisèle Freund como "precursores ideológicos" de la fotografía, en tanto representan los esfuerzos de muchos investigadores y artistas de Europa sobre fines del siglo XVIII y principios del XIX, de dar respuesta a una necesidad social en la burguesía ascendente: tener una forma de representación objetiva, mecánica, económica y rápida. El retrato de personas fue, desde entonces, el principal motor de las innovaciones técnicas que la fotografía incorporó durante todo el siglo XIX.

Inicios

Vista de la Ventana en Le Gras

A principios del siglo XIX, en el año 1824, el científico francés Nicéphore Niepce obtuvo unas primeras imágenes fotográficas, inéditas. La fotografía más antigua que se conserva es una reproducción de la imagen conocida como Vista desde la ventana en Le Gras, obtenida en 1826 con la utilización de una cámara oscura y una placa de peltre recubierta en betún.


Cuando Niepce comenzó sus investigaciones necesitaba un poco más de ocho horas de exposición, a plena luz del día, para obtener sus imágenes. En 1827, Niepce entra en contacto con Daguerre, quien se interesa por su invento e insiste en un acuerdo de trabajo para que le revele su procedimiento, el cual logra firmar con Niepce poco antes de su muerte en 1833. Desde entonces, Daguerre continúa sus experimentaciones, regresando al uso de las sales de plata que habían sido desestimadas por Niépce, y en 1839 hace público -con apoyo del Estado Francés y gran despliegue mediático-, su proceso para la obtención de fotografías sobre una superficie de plata pulida, a la que denominó daguerrotipo. Resolvía algunos problemas técnicos del procedimiento inicial de Niepce y reducía los tiempos necesarios de exposición, para hacerlo más adecuado a los fines del retrato de personas.

Casi al mismo tiempo Hércules Florence, Hippolythe Bayard y William Fox Talbot desarrollaron otros métodos diferentes, sin conocerse entre sí. El procedimiento creado por Fox Talbot obtenía negativos sobre un soporte de papel, y a partir de esos negativos reproducía copias positivas, también en papel. El procedimiento negativo-positivo de Talbot se llamó calotipo o talbotipo.

Inicialmente el daguerrotipo era mucho más popular, ya que era muy útil para obtener retratos, y su calidad de imagen era muy superior al calotipo. Estos "retratos al daguerrotipo" empezaron a divulgarse entre la clase burguesa de la Revolución industrial, por ser mucho más baratos que los pintados, lo que dio un gran impulso a esta nueva técnica.

Puente de Isabel II - Invierno 1866-67
A partir de 1855 triunfó el sistema de los negativos de colodión húmedo, que permitían positivar muchas copias en papel a la albúmina, con gran nitidez y amplia gama de tonos. Estas copias a la albúmina fueron el tipo de papel fotográfico más empleado en la segunda mitad del siglo XIX. Todos estos sistemas se basaban en procesos artesanales, y requerían destrezas manuales significativas por parte de los fotógrafos, así como conocimientos prácticos de química y física.

Después de 1880 se desarrollaron las nuevas placas secas al gelatino-bromuro, que podían ser producidas de modo industrial y comercializadas sin limitaciones. Los fotógrafos compraban cajas de placas vírgenes, ya sensibilizadas, listas para cargar en chasis y ser expuestas en la cámara. También eran placas de vidrio; pero pronto empezó a usarse el soporte flexible de película de nitrato.

Tampoco deben olvidarse las aportaciones de George Eastman y la casa Kodak, que permiten concluir el camino hacia la instantánea fotográfica. A partir de 1888, Kodak sacó al mercado una cámara que utilizaba carretes de película enrollable, en lugar de placas planas. El sistema inventado por Kodak se complementaba además con el revelado de las tomas luego de expuestas, y la carga de la cámara con nueva película. Bajo el concepto "Ud. aprieta el botón, nosotros hacemos el resto", Kodak inauguraba la fotografía de aficionados.
Fotografía en color
La fotografía en color fue experimentada durante el siglo XIX, pero no tuvo aplicaciones comerciales, por su dificultad e imperfección. Los experimentos iniciales no fueron capaces de conseguir que los colores quedaran fijados en la fotografía.
A lo largo del siglo XIX, y principios del XX, algunas fotografías se coloreaban a mano, con acuarelas, óleo, anilinas, u otros pigmentos. Pero este coloreado manual era artístico y no técnicamente fotográfico. Ya en la época del daguerrotipo se empezaron a colorear los retratos, pagando un suplemento.
Exterior del estudio fotográfico de Kimbei (1881)
coloreada a mano.

En algunos países, como Japón, se coloreaban la mayoría de las copias a la albúmina para su venta a extranjeros, especialmente los retratos de tipos populares y las vistas de paisajes y ciudades. Kusakabe Kimbei destacó en el coloreado de fotografías, realizando verdaderas obras maestras, hasta el año 1912.


La auténtica primera placa fotográfica en color, conocida comercialmente como Autochrome, fue patentada en diciembre de 1903 por los hermanos Lumière,4 pero no llegó a los mercados hasta 1907. Esas placas autocromas se fabricaban en Francia, y eran transparencias o diapositivas en soporte de vidrio. El sistema se basaba en una rejilla con puntos, cada uno de los tres colores elementales, como las pantallas de TV en color, que se ponía sobre una placa fotográfica en blanco y negro, al revelarla, la intensidad de luz correspondía a la del color de cada punto, formándose una imagen en colores.

La primera película fotográfica en color moderna, Kodachrome, fue utilizada por primera vez en 1935, y dejó de fabricarse en 2009. Eran diapositivas en color, producidas y reveladas por la compañía Eastman Kodak. Las demás películas modernas se han basado en la tecnología desarrollada por Agfacolor en 1936.

La fotografía en las artes visuales

La discusión acerca del estatus artístico de las fotografías se inaugura desde su invención. Sin embargo, durante el siglo XIX serán sólo intentos aislados los que se animen a desafiar el lugar que la institución artística ha destinado para la fotografía: el de auxiliar científico a la observación de la realidad, sin ninguna posibilidad de aspirar a la categoría de obra de arte en cuanto se consideraba que era la máquina la que hacía todo el trabajo.
La primera iniciativa organizada de fotografía artística surge en 1890 en Europa. Un grupo de fotógrafos crea técnicas de manipulación en la toma y en el positivado, y propone que el resultante de su uso es una obra de arte fotográfico, en cuanto requieren de manipulación por parte del autor y generan obras únicas: dos de los puntos discutidos por parte de los pintores para negar la artisticidad de la fotografía.


Siglo XX
La aproximación a al período histórico desde principios del siglo XX hasta la 2da. guerra mundia, de la fotografía nos lleva ineludiblemente al análisis del periodismo fotográfico, la relación de las vanguardias históricas y la fotografía y a una exposición de los diferentes realismos fotográficos que se desarrollan en estos años.
El periodismo fotográfico es el que nos da a conocer por medio de una foto lo que pasa en un lugar. Estas visualizaciones contienen mucha información, y permiten representarnos de un modo detallado -aunque siempre con limitaciones, como toda representación- lo que ha pasado en ese lugar y momento específico.

Sin embargo, el fotoperiodismo también se enfrentaba a problemas técnicos en la toma fotográfica, ya que las emulsiones aún tenían sensibilidades muy bajas, por lo que tomar fotos en interiores o de noche se limitaba al uso irreemplazable del flash (de magnesio, en aquel entonces), cuyo funcionamiento tornaba indisimulable la presencia del fotógrafo. Sumado a esta dificultad, las cámaras de gran formato y la frecuente necesidad de usar trípode hacían que los fotoperiodistas estuvieran muy limitados en sus posibilidades de trabajar una suerte de "discurso fotográfico documental".
El primer fotógrafo que logró superar estas limitaciones fue Erich Salomon en Alemania, a partir de 1925. Salomon creó un estilo fotográfico documental conocido como "foto live" o fotografía cándida. Sus fotos se caracterizan por mostrar a los sujetos espontáneamente, sin pose ni arreglo, muchas veces sorprendidos por el fotógrafo, al estilo de los paparazzi.
A partir de entonces se inicia la época de las revistas ilustradas, como la francesa VU, desde 1928, dirigida por Lucien Vogel y la estadounidense Life, a cargo de Henry Luce, desde 1936.

Todos los géneros fotográficos surgidos en momentos históricos anteriores tienen su continuación tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Especial relevancia presenta la evolución en estos años del periodismo fotográfico, en el ámbito de la fotografía documental y los nuevos diálogos que se establecen entre la fotografía y las artes plásticas, que comienzan a fundirse en la denominación genérica de artes visuales.

Asistimos, igualmente a la aparición de otros usos de la fotografía en este período, así como al desarrollo de nuevas visiones de la fotografía de paisaje y del empleo masivo de la fotografía en color, gracias a la obra de William Eggleston, entre otros autores.
En estos años merecen especial mención las obras de Robert Doisneau, W. Eugene Smith, Robert Frank, Diane Arbus, entre muchos otros.

Siglo XXI: era de la digitalización.
A finales del siglo XX aparece un nuevo tipo de tecnología en los medios audiovisuales que supone un cambio de rumbo en la forma de utilizarlos. La aparición de la primera cámara digital en 1990 constituye la base de la creación inmediata de imágenes.

Desde su invención, la fotografía tenía total credibilidad como testimonio incuestionable de la realidad debido al funcionamiento del dispositivo de captura. Posteriormente, la manera de registrar la realidad se ha considerado un posicionamiento ideológico, que nada tiene que ver con el carácter neutral y objetivo de su funcionamiento.

Las nuevas tecnologías digitales tienen la capacidad de convertir lo real e intervenir sobre el registro de la imagen, hasta el punto de manipular y distorsionar las imágenes sin perder el realismo fotográfico con el que fueron captadas.

La digitalización desposee a la fotografía de su carácter objetivo y rompe la conexión física entre el referente y la impresión fotosensible, es decir, entre la experiencia perceptiva de la realidad por observación directa y la imagen mediada a través de una tecnología. Con la pérdida de objetividad de la imagen fotográfica, a comienzos de la década de los noventa, se empieza a hablar de la era post-fotográfica, en la que se supera el paradigma fotográfico como modelo de realismo. Lo real y lo virtual se mezclan dando lugar a un nuevo tipo de imagen híbrida para definir las nuevas creaciones pseudo-fotográficas. Los programas de manipulación de la imagen son protagonistas en esta etapa, así como el retoque fotográfico, la fusión de imágenes, la infografía o la generación de tridimensionalidad, holografía.

Algunos fotógrafos consagrados y una fotógrafa argentina en época digital
Henri Cartier-Bresson
“Fui a Marsella. Una pequeña renta me permitía costearme los gastos, y trabajé con entusiasmo. Acababa de descubrir la Leica. Se transformó en la extensión de mis ojos y nunca me ha separado de ella desde que la hallé. Merodeaba por las calles todo el día, tenso y preparado para brincar, resuelto a ‘atrapar’ la vida, a preservar la vida en el acto de vivir. Ante todo, ansiaba apresar en los confines de una sola fotografía toda la esencia de alguna situación que estuviera desarrollándose delante de mis ojos.”
Henri Cartier-Bresson


Alfred Eisenstaedt



“Lo más importante no es la cámara, sino el ojo.”
Alfred Eisenstaedt.


William Eggleston







Con William Eggleston comienza el empleo masivo de la fotografía de color.






Marisa Bonzón


"La cámara es un doble reto cuando lo que tiene adelante es una persona ; si el que dispara no se involucra con lo que ve, si no lo respeta y no se conmueve con el misterio de su ser, la cosificación, la banalización es doblemente hiriente.

Mirar al otro desde la lente implica enfrentarse a su individualidad, meterse en la desnudez de su alma, descubrirle el lugar de los secretos y animarse, sin pudores a plasmarlos en la imagen."
Marisa Bonzón (Exposición Mira Almas)